domingo, 9 de mayo de 2010

Che!

Quisiera poder decirte todo lo que tengo para vos, uno de los tantos frutos que la Tierra madre regaló. Cuando lloro siempre estás, cuando río acompañas, este barco empieza a navegar. Y lo bueno es que en el puerto dejo todo lo que me hace mal y el naufragio se interna en el mar con el cielo ahí nomas. La percepción distorsiona cuando empieza a entrar; Y encenderás sus instantes tan felices donde el tiempo se detiene y la paz te envuelve; Voy a escalar a rincones inexplorados, darle al alma rienda suelta y el sueño llega a ser realidad. En tan solo unos segundos siento un cosquilleo en la razón, tropiezo con pensamientos que me abren puertas al temor. Pero nunca me soltás, sabes bien por donde andar, es un laberinto sin final. Lleno de nostalgia dulce con algunos ecos de bondad; Y tu gracia soles regalar como nadie en verdad, puedo hablar en silencio afinar sin tocar. Y encenderás sus instantes tan felices donde el tiempo se detiene y la paz te envuelve; Voy a escalar a rincones inexplorados, darle al alma rienda suelta y el sueño llega a ser realidad.

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