Blue blues

Uno de los nene se equivocó, no creo que haya sido yo. Otro invierno desolado tendré que pasar. Alguien dice "Lo importante es no mirar atrás"... Adiós, te deseo suerte y que te vaya bien.. Fue en abril cuando sonó el blues de la desolación. Por las calles tristes de esta gran ciudad están vendiendo corazones para los que están muertos y olvidados por un viejo amor, un amor que de tu parte fue hipocresía y ambición.

Los amores en crisis

Feliz el hombre que encontró la sabiduría y el que obtiene la inteligencia. Porque ganarla vale más que la plata y ella rinde más que el oro fino. Es más preciosa que las perlas y nada apetecible se le puede igualar; en su mano derecha hay larga vida y en su izquierda riqueza y gloria. Sus caminos son caminos deliciosos y todos sus senderos son apacibles. Es un árbol de vida para los que se aferran a ella y los que la retienen son felices..

¡Que bien me hacen!

21 años atrás

Cada dos minutos se me venían a la cabeza imágenes de mamá, de papá y de mi hermana muerta. Eran como las luces de un arbolito de navidad, encendiéndose en orden y desapareciendo simultáneamente. Tenía miedo de que hubieran hecho la denuncia y que la terminal estuviese llena de policías uniformados repartiendo fotos mías o preguntando por mi paradero. Terror de no poder salir nunca de Gualeguaychú y terminar en la cárcel, rodeada de mujeres gigantes y de colchones con olor apis, con el mismo olor inaguantable del baño de la terminal. Por suerte tenía el frasco de Anais- Anais que alcancé a rescatar cuando me escapaba. No quería que se me notaran los nervios, pero se me desintegraba el mundo alrededor. Cuando logré enfocar y mirarme al espejo, casi me da un infarto de la humillación, toda la tarde llorando. Me veía deforme, como si recién acabara de salir del quirógrafo. Me apliqué la nueva base de Tsu, pero no pude hacer magia... Es verdad que daba más de dieciocho con ese tono de base, pero igual me sentía otra. Más fuerte y más segura que nunca, pensaba que nadie me iba a detener, ni siquiera mi mamá. Y la realidad es que no quería ni un solo recuerdo de mi vida anterior.

¡Cállese, no quiero oírlo!

Jean: ¿Sabe usted que es muy rara?

Señorita: Quizá. Pero usted también. Pero todo es raro. ¡La vida, la gente, todo, todo ese dolor que se mueve, avanza por el agua hasta que se hunde, se hunde!. Tengo un sueño que se repite, y que ahora recuerdo. Estoy trepada a una columna y no encuentro forma de bajar; me mareo cuando miro hacia abajo, pero debo bajar, y no tengo valor para tirarme, no puedo sostenerme y siento ganas de caer, pero no caigo. ¡Y no podré tener paz hasta que no baje, ningún descanso antes de bajar, bajar a tierra! Y si llego a la tierra, después querré meterme bajo tierra.. ¿Ha sentido algo así una vez?

Soledad lunática, divina juventud

No piense tanto. Sea sereno. Nada rana. Flote.

Use la ropa sin planchar. Sea feliz.

Conserve fresca su idea de libertad.

Cada minuto es un minuto menos.

¡Vamos, pues! Sea feliz ahora. Seque sus lágrimas.

El tiempo apremia menos de lo que arruga.

(hoy decidí quererme un poquito más. Solo un poquito)

Carta a una señorita en París

He querido en vano sacar los pelos que estropean la alfombra, alisar el borde de la tela roída, encerrarlos de nuevo en el armario. El día sube, tal vez Sara se levante pronto. Es casi extraño que no me importe Sara. Es casi extraño que no me importe verlos brincar en busca de juguetes. No tuve tanta culpa, usted verá cuando llegue que muchos de os destrozos están bien reparados con el cemento que compre en una casa inglesa, yo hice lo que pude para evitarle un enojo...En cuanto a mí, del diez al once hay como un hueco insuperable. Usted de: diez estaba bien, con un armario, trébol y esperanza, cuántas cosas pueden construirse. No ya con once, porque decir once es seguramente doce, Andrée, doce que será trece. Entonces está el amanecer y una fría soledad en la que caben la alegría, los recuerdos, usted y acaso tantos más. Está este balcón sobre Suipacha lleno de alba, los primeros sonidos de la ciudad. No creo que les sea difícil juntar once conejitos salpicados sobre los adoquines, tal vez ni se fijen en ellos, atareados con el otro cuerpo que conviene llevarse pronto, antes de que pasen los primeros colegiales.

Todos acá..

Y en tu mirada azul pierdo velocidad, vi en tu mirada azul el fondo del mar!

Música para quedarme sorda

No te escucho soy de palo, tengo orejas de pescado
No te escucho soy de palo, tengo orejas de pescado

No te escucho soy de palo, tengo orejas de pescado

No te escucho soy de palo, tengo orejas de pescado

No te escucho soy de palo, tengo orejas de pescado

¡Cucharita cucharón, no me junto más con vos!

Soy locomotora no puedo parar, no puedo parar, no puedo paraaaaaaar

!

¡Cuesta un ojo enjuagarse las torpezas!

Debo estar haciendo las preguntas equivocadas..

Mis torpezas se pasan de listas, mis enojos no pierden la calma. Siempre que quedo presa de amores, llega un idiota y paga la fianza; Mi apellido se hartó de mi nombre, en las caries me crecen jorobas y aunque tus labios me recomiendan, ya ni tus besos me dan la hora.

Soy tan común, demasiado común.

Estás feliz sin mi, nada gano con mentir si estás feliz! Estás feliz sin mi -

.NUBE SOLEDAD - PROTECCIÓN.

Nube soledad, en todos lados te espero, con la sonrisa abierta y muy poco que hacer.
Nube soledad, desde acá abajo te veo, con los dedos rotos saludo al pasar.
Nube soledad y un par patas de rana... ¡Qué difícil respirar afuera del agua!
Nube soledad y una figura sin sombra, una caricia helada en mi memoria.
Sal del mar en tu piel, sal del mar en mi lengua, sal de alguna nube, pero ¡sal de una vez!
Tanto tiempo, no sé que hacer con tanto tiempo. Tanto tiempo, no sé que hacer con tanto tiempo!
con mi reloj de arena...

EspuMa LiberTaD

Quiero vivir despacio, según pasan las olas, quiero perderlo todo de una buena vez!

Y nada más!

Sal del mar en tu piel, sal del mar en mi lengua, sal del mar de la mano del amor, sal ahora mismo del mar.

Entre el cielo y el invierno, yo prefiero mi casa.

Una sola ventana abierta alcanza para congelar la memoria. Ayer, mañana, recién, ahora o nunca. Las crueles artimañas del tiempo son tan sutiles que le permiten improvisar con cada uno de nosotros. Enhorabuena, alguien apaga los días y me entrego al sueño... ciego como un cohete.